Recuerdo que en mi niñez siempre hubo alcohol en casa, ya que mi papá siempre tomaba y estaba de fiesta. Así fui creciendo, mirando el alcohol y el machismo como algo completamente normal. Fui creciendo e imitando a mi papá, pensando que el emborracharme era algo normal. Convirtiéndome en un alcohólico y en un egoísta de primera.
Empecé a tomar todos los días, mi esposa me rogaba que parara de tomar porque yo estaba descuidándola a ella y a nuestro hijo, pero yo como hombre machista siempre manipulaba cada situación y siempre tenía excusas para seguir con mi adicción.
Alguna vez me hablaron de Dios, yo sabía que El existía pero no tenía una relación con El. En algu nos momentos, cuando andaba solo y triste, Dios se me venía a la mente, pero yo no quería pensar en él. Lo bloqueaba de mi mente porque sabía que andaba en malos pasos y no me sentía digno de Dios. Mejor decidía seguir tomando y olvidarme de esos pensamientos porque sentía que no eran para mí y que no merecía nada bueno.
Cuando mi familia me llamaba la atención por mi forma de beber, yo sentía que no necesitaba nada de nadie.Yo pensaba que yo tenía todo bajo control y que todos estaban equivocados y que solo yo tenía la razón.
Siempre tenía una actitud muy egoísta y necia. Así pase muchos años, viviendo en completa negación, siempre culpando a los demás y nunca reconociendo que el del problema era yo. Hasta que llegó el día que mi esposa me dejó. Llegue un día a casa después del trabajo, solo para en contrar una casa vacía.
Mi esposa se había cansado de mis excusas, de mis chantajes, de mi alcoholismo y se fue con mi hijo. Así, duré 2 años más, perdido en el alcohol y desde ese entonces en las drogas también. Me empecé a sentir solo, triste, sin propósito en la vida, me sentía como un pobre vagabundo que no valía nada.
MIS CAMBIOS
Después de 2 años de separados, un dia mi esposa me invitó a una iglesia. Para ese entonces, yo sabía que necesitaba de un poder más grande que mi fuerza de voluntad para poder salir de mi alcoholismo y soledad. Acepté la invitación y fui con todas mis cargas.Fui con esa cadena de esclavitud que me tenía atado al alcohol. Me arrodillé y ahí, en ese momento, siendo sincero y honesto por primera vez en mi vida, pude sentir la presencia de Dios, pude sentir el consuelo y el amor de Dios.
Pude sentir su abrazo y su gran misericordia. Tuve un encuentro maravilloso con Dios y por primera vez supe cuánto Dios me amaba, a pesar de mis pecados.
Ahora puedo decir que tengo una relación muy íntima con Dios. Él me ha mostrado que Él tiene el control y no yo. Me ha mostrado un nuevo camino y me ha fortalecido. He podido agra decer su perdón y amor hacia mí.
EL programa de Celebremos La Recuperación ha sido un espejo para mi vida. Me ha ayudado a ver quién en realidad era yo. Me ha ayudado a identificar todo lo que antes negaba y me ha guiado paso por paso a superar mis heridas, complejos y malos hábitos.
Todos los pasos del programa me han ayudado, pero el paso que más me tocó fue el cuarto paso, donde pude darme cuenta del verdadero problema en mi vida. Éste paso me ayudó a encontrar la raíz de mi problema y tratarlo de una vez por todas. Me di cuenta que el alcoholismo solo era un síntoma en mi vida, que mi problema venía de mi niñez y éste paso me guió a sanar esa parte de mi vida.
MI NUEVO YO
Han habido muchos cambios en mi vida. He aprendido a no juzgar a los demás, he aprendido a valorar a mi esposa, a mi familia y a mis seres queridos. He podido reparar mi relación con mi hijo mayor y mostrarle a un padre íntegro.
Hoy día puedo decir que ya no dependo del alcohol, dependo de Dios. Él ha transformado mi orgullo, mi resentimiento, y la ira y la angustia que un día sentí, las ha remplazado con amor y perdón.
Mi caminar con Dios ha sido algo muy especial porque ya no me siento solo, puedo sentir su presencia en mi vida y sé que él está cada día ay conmigo.
El mayor beneficio que he recibido al trabajar el programa de Recuperación ha sido que no he recaído y me ha ayudado a mantenerme firme en Dios.
Hoy día también me conozco mejor. He podido identificar que soy yo el del problema y no los demás. Otro beneficio que he recibido, ha sido mi relación con mi esposa.
Ahora la comprendo y la amo como nunca antes la había amado.
A través de éste programa, he encontrado mi propósito en esta vida y he podido comprender el amor y el sacrificio que Dios hizo en la cruz por mí.
ALCANCE
Si tú estás pasando por una tormenta en tu vida, si tú te sientes que todo está perdido y que ya no hay solución para ti, quiero decirte que con la ayuda de Dios todo es posible.
Lo que parece imposible para el hombre, para Dios no lo es...
Dios te está esperando con los brazos abiertos. Así como lo hizo en mi vida, así como restauró mi hogar y mi vida, así lo puede y quiere hacer contigo. Para Dios no hay nada imposible.
El día de hoy tengo el gran privilegio de servir en el programa Celebremos La Recuperación, te animo a que vengas y descubras cómo puedes tener un nuevo comienzo..❤
Juan 8:36
Así, que, si el hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
Líder del Grupo: Arturo
Para información info@recuperandome.com