Soy una creyente en Jesucristo que está en recuperación y lucha con resentimientos, dolor y sentimientos de rechazo.Crecí en un hogar donde supe que tenía mamá pero no un papá. Fui rechazada por mi papá, al punto de no haber recibido su apellido, y eso causó mucho dolor y tristeza en mi corazón.
Fui criada principalmente por mi abuela porque mi madre tenía que trabajar fuera de la ciudad y eso me causaba mucha soledad porque solo la veía los fines de semana. En ocasiones mi mamá me enviaba a visitar a mi papá, pero el nunca salía a recibirme. Me ignoraba, al grado que no deseaba 16 regresar mas.En la escuela, cuando se celebraba el día del padre, los niños se burlaban porque no tenía papá, y porque mi mamá fue muy pocas veces a la celebración del día de la madre.
Para mi, esos días no eran agradables porque solía ver a todos los niños acompañados de sus padres y yo casi siempre estaba sola.
Mi mamá se casó y nos fuimos a vivir a un nuevo lugar, pensando que por fin iba a tener una figura paterna y un hogar. Al comienzo fue todo bonito, pero al pasar poco tiempo empezó la violencia doméstica hacia mi mamá. También habían gritos, pleitos, y maltrato hacia mi hermano. Yo no podía hacer nada, porque me decían que si me metía me iba a ir peor.
Empecé a sentir frustración, enojo, nervios, rencor hacia el esposo de mi mamá por culpa de su alcoholismo.
Terminé mi secundaria y empecé a trabajar desde los 15 años. A esa edad ya me sentía con más fuerzas para defender a mi madre, pero aún así, nada funcionaba. Las cosas se ponían cada vez peor. Para mi, los fines de semana eran para escuchar todo tipo de pleitos y abuso. Por eso me gustaba trabajar mucho, porque allí sentía un poco de paz.
Al final decidí venirme a Estados Unidos, pensando que dejaría todo atrás. Pero la verdad, me traje conmigo toda la carga de dolor, tristeza, odio, rencor, soledad y resentimientos. Me sentía sola. No tenía amigas de confianza porque era muy desconfiada, nerviosa y antipática.
Yo pensaba que Dios no me amaba porque había permitido que me pasaran todas esas cosas.
MIS CAMBIOS
Cuando llegué a Estados Unidos, entré con una visa de turista, pero inmigración creyó que era falsa.
Me encarcelaron por 2 meses, hasta que pude comprobar que yo había entrado con una visa legal. Pensé que la mala suerte me seguía, pero luego descubrí que no era así.
Estando en la cárcel supe que sí había alguien que me amaba, que siempre había estado conmigo, aún cuando no me daba cuenta. Entendí que todas esas circunstancias difíciles sirvieron para quebrantar mi voluntad y permitirle a Dios obrar en mi vida.
Ya haciendo parte de la iglesia Casa de fe, por curiosidad fui por primera vez al grupo de "Celebremos la Recuperación". La 2da vez fui porque alguien me pidió que la acompañara. Empecé a escuchar que hablaban de resentimientos y dolor y desde ese día, empezó mi largo viaje de sanidad.
Asistir cada jueves al programa, aplicar cada paso del proceso de recuperación y escuchar a las personas que testifican cómo Dios ha obrado en sus vidas, ha sido muy importante para mi. También ha sido fundamental servir en el Programa.
Los pasos que más han influenciado en mi recuperación son el cuarto y el quinto: "Hacer un inventario moral y audaz de mí misma; y admitir ante Dios, ante mi misma, y ante otro ser humano la naturaleza exacta de mis pecados."
MI NUEVO YO
Cada día anhelo más estar cerca de Dios.
Estoy agradecida por lo que ha hecho por mi. Siento su presencia en todo momento y confío en que mi futuro está en sus manos. Ahora soy mas alegre, paciente, compasiva con los demás. Ya no me siento tan sola. Ahora soy agradecida, y sobre todo amada por mi Dios, porque sé que soy la niña de sus ojos.
ALCANCE
Busquen a Dios. El los está esperando con los brazos abiertos. Aprovechen el grupo de "Celebremos la Recuperación" que Dios ha puesto en la iglesia Casa de Fe, a través del Hno. Arturo y su equipo, como herramienta para sanar las heridas que hay en sus corazones. Dios y nosotros los esperamos con los brazos abiertos para ayudarlos. Juntos podemos caminar este proceso.
Romanos 8:28: "Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito."
Líder del Grupo: Arturo
Para información info@recuperandome.com