Soy una creyente en Jesucristo que lucha con defectos de
carácter y resentimientos. Crecí en un hogar lleno de violencia. Recuerdo a mi padre maltratando a mi madre todos los días. Un día mi padre se fue de la casa y nos abandonó.
Mi mamá nos descuidó y nos dejó con diferentes familiares. Yo tenía 12 años cuando me dejó en casa de mi abuela. Allí solo recibía gritos y malos tratos, tantos que después de 3 años salí huyendo y me fui.
Con solo 15 años me casé y tuve 2 hijos. Creí que mi vida sería diferente, pero me equivoqué. El padre de mis hijos me dio el mismo trato que mi padre le dio a mi madre. Así viví 11 años, pensando que tal vez eso era normal, y que pasaba en todas las familias. Me convertí en una persona amargada y resentida.
Cuando decidí quedarme sola y dejar al padre de mis hijos, empecé a salir con amigas y amigos. Eso provocó que 14 descuidara a mis hijos.
Hubo personas que se acercaron a mi y me hablaron de Dios pero no le ponía mucho interés al tema. Siempre me pregunté, dónde estaba Dios cuando era maltratada.
Siempre vivía a la defensiva y creía que siempre tenía la razón. Cuando alguien me ofendía, yo jamás le volvía a hablar. Para mi era mejor hacerme la enojada o la ofendida.
Pasé varios años tratando de llenar el vacío que había en mi vida saliendo a fiestas con amigas, las cuales nunca me dieron un buen consejo.
Hasta que un día me di cuenta que estaba perdiendo el cariño de mis hijos y eso me dolió y me hizo recapacitar y reconocer que les estaba haciendo un gran daño.
MIS CAMBIOS
Un día llegó a mi vida una linda persona que me compartió sobre Dios y Jesucristo.
Nadie me había hablado de Jesús y esa persona lo hizo.
Me compartió de la palabra de Dios todos los días, hasta que después de un mes, decidí abrirle mi corazón a Dios y entregarle mi vida.
A partir de ese momento busqué una iglesia y mi vida empezó a cambiar.
Empecé a estudiar la Biblia y a practicar la oración todos los días. Eso me ayudó a crear una relación con Dios.
Después de algunos años asistiendo con frecuencia a la iglesia, escuché del programa de recuperación, pero pensé: "Yo no necesito eso porque yo no tengo Adicciones" Aún así, decidí asistir por curiosidad. Con el tiempo me di cuenta que yo necesitaba sanar ese dolor y resentimiento que había ar rastrado desde mi niñez.
Fue así como tomé más en serio el programa, en especial el paso 3: "tomé la decisión de entregar mi voluntad y mi vida al cuidado de Dios"
Fue difícil para mi hacer el inventario porque no quería recordar todo mi pasado tan doloroso, pero al hacerlo, pude ver cómo poco a poco mi dolor y el rencor hacia mi padre iba quedando atrás y pude reconocer que yo también había lastimado a los que amaba.
Este programa me ayudó a compartir con otros mi experiencia y hablar de los cambios que Dios ha hecho en mi vida.
MI NUEVO YO
Hoy siento que puedo comunicarme con los demás y expresar libremente lo que siento sin temor a ser juzgada.
Puedo ver a los que me rodean, con amor. He aprendido a no juzgar y siento que puedo ayudar a los que pasan por lo que un día, yo pasé.
He sanado el resentimiento hacia mi padre y hoy en día pudo hablar con él sin sentir dolor en mi corazón. Dios ha cambiado mi arrogancia, por alabanza; y mi amargura, por agradecimiento.
He perdonado a los que me dañaron y también he aprendido a hacer enmiendas con las personas que lastimé. En mi caminar con Dios he conocido un estilo de vida diferente. Dios se ha vuelto indispensable para mi. Su palabra me recuerda cada día lo que él ha hecho en mi. No soy perfecta pero trato de hacer su voluntad cada día y ser un testimonio de vida.
ALCANCE
Mis queridos hermanos y hermanas, hoy puedo decirles con certeza que Dios es maravilloso y que para él no hay nada imposible. Su misericordia es tan grande para todo aquel que lo busca de corazón, que si tu te dispones y le entregas tu vida, él puede sanarte, como lo está haciendo conmigo. Sólo cree y él hará.
Es un privilegio para mi compartir con ustedes lo que Dios esta haciendo en mi vida. Espero que mi experiencia sea tambien de bendición para cada uno de ustedes y los invito a que no se desanimen y que conozcan los 12 pasos del programa "Celebremos la Recuperación".
Líder del Grupo: Arturo
Para información info@recuperandome.com