Mi nombre es María, nací en Aguililla Michoacán el 1 de Enero de 1940. Tengo 4 hijas y 5 hijos que me han dado muchos nietos y bisnietos
Quiero compartir mi testimonio con ustedes porque se lo que es vivir llena de amargura, llena de tris- teza y sin esperanza. Por más de 40 años viví con un alcohólico que me maltrataba verbal y físicamente. Por más de 40 años viví soportando maltratos y desprecios, todo lo soporte por amor a mis hijos.
Mi historia comienza cuando conocí a mi esposo en 1955, rápidamente me enamoró, el era muy guapo y me robo el corazón en un instante. Tuve a mi primer hijo a la edad de 16 años, en ese entonces él todavía no tomaba alcohol, y pronto Dios nos había dado otras 2 hijas y un hijo más.
En ese transcurso de tiempo, mi esposo se interesó en aprender a tocar el violín, el se hiba a las cantinas para tratar de aprender a tocar mientras los mariachis cantaban. Mi es poso logró su objetivo, aprendió muy rápido y pronto fue parte de un grupo de mariachi. Lo que marcó el comienzo de su perdición y de mi angustia.
Rápidamente empezó a tomar, cada vez más y más bebidas alcohólicas. Al punto que per dió interés en sus hijos, en su hogar y en mí. Es increíble como el alcohol toma control de una persona, como te aleja de tus seres más queridos. Su familia trataban de advertirle en el camino en que andaba pero el pensar del típico alcohólico es que no pasa nada, que no hay ningún problema. Mi hijo mayor Juan varias veces tenía que ir a buscar a su papá a la cantina para pedirle dinero para la comida
del día, mis otros hijos tenían que vender palomitas, bolear zapatos y vender donas en charolas para poder sostenernos, eso me quebraba el corazón.
A la edad de 15 años, mi primer hijo Juan se vino a los estados unidos en búsqueda de una nueva vida para nosotros, duró 2 años trabajando en San José, California y luego fue por su papá y pronto nos mandaron traer a todos. Ahora me sentía con esperanza, sentía y creía que todo hiba a cambiar. Pero tris temente no fue así, mi esposo rápidamente empezó a tocar en un mariachi local y su al coholismo empeoró, pronto también empezó a usar drogas, lo que nos llevó todavía más bajo. La enfermedad del alcholismo te sigue a dondequiera que tú vayas, el pecado está en todas partes, ahora comprendo por qué Dios dice que estamos en este mundo pero que no somos de este mundo.
Varias veces mi esposo fue encarcelado por causa del alcohol y las drogas, mi hijo Juan tenía que sostener el hogar. Asi pasé másaños de angustia y soledad hasta
que llegó el verdadero golpe más fuerte de mi vida, cuando mi hijo Juan murió en un accidente en
el día de su cumpleaños, nunca olvidaré ese momento tan difícil de mi vida, este dolor sobrepasa cualquier complejo.
En el 2001 me envitaron a una Iglesia Cristiana, fui con todas mi cargas y nunca me imaginé que Dios estaba esperándome con los brazos abiertos. Él trajo consuelo a mi vida, me trajo esperanza y paz. Desde que conocí a Jesucristo ya no me sentí sola. Mi esposo también entregó su vida a Dios y nuestra relación cambió. Quiero decirte que el alcoholismo, el resentimiento, la ira, la amargura, todas estas cosas son un obstáculo entre cada uno de nosotros y Dios. Él es el único camino, la verdad y la vida. El en emigo siempre te va a decir que tú no vales nada, que tu vida no tiene importancia. La palabra de Dios dice que el diablo anda como león rugiente, buscando a quién devorar. Si estás pasando por un momento difícil en tu vida, entrégale tus
Quiero decirte que el alcoholismo, el re sentimiento, la ira, la amargura, todas estas cosas son un obstáculo
entre cada uno de nosotros y Dios. Él es el único camino, la verdad y la vida. Jesucristo sanó mi corazón de tanta amargura, ira, resen
timiento y dolor.
problemas al que te dio la vida, a Jesucristo. El sanó mi corazón de tanta amargura, ira, resentimiento y dolor. Te afirmo y te aseguro que Él lo hará en tu vida también. Espero que mi testimonio sea de bendición a tu vida, recuerda, nada cambia... si nada cambia.
